El viernes, día 27 de septiembre, último día de Capítulo General, se procedió a la lectura y aprobación del mensaje final, a la votación del texto final de las Constituciones, a la aprobación de las actas. El Prior General, P. Mícéal O’Neill, después de presentar a D. Luigi Ciotti, fundador del movimiento Libera, el cual compagina su vida entregado a Dios y a combatir a las mafias que reinan en Italia, y de cederle la palabra al Obispo carmelita de Itaituba, Mons. Wilmar Santin, participante en el próximo Sínodo de la Amazonía, dirigió su acción de gracias a todos los que han facilitado el trabajo capitular y trazó alguna directriz que le gustaría reconsiderar en el próximo sexenio.
1.- Vocaciones. Cada uno podríamos recordar nuestra vocación como un encuentro real con Dios. Dios -insistió- está hablando a tantos jóvenes. En el encuentro de animadores vocacionales y formadores en Indonesia, hace dos o tres años, se señaló que mucha gente ha tenido la experiencia de intentar responder a Dios o de intuir que Dios lo está llamando. Sin embargo, no estamos en contacto con esa gente. Si Dios sigue hablando, también sigue llamando a participar en la vida en el Carmelo siendo laico, fraile, monja o religiosa de vida apostólica. El verdadero animador vocacional es cada comunidad. Distribuir materiales vocacionales no es suficiente. La animación vocacional es tarea de cada fraile y de cada comunidad. El Prior General afirmó que “si vivimos con fidelidad el carisma e invitamos a otros, no tengo duda que tendremos vocaciones”.
2.- Regla. El P. Carlo Cicconetti fue el que encendió la chispa con su tesis doctoral. La gente espontáneamente está asumiendo también nuestra Regla. ¿Qué les atrae de esa Regla? La Regla es un proyecto de vida que nos propone que organicemos nuestra vida de forma que le permitamos a Dios ser Dios. La Regla subraya la centralidad de la Palabra. El redescubrimiento de la Palabra ha sido un gran don del Vaticano II. La Regla concluye con esta apertura a Dios: “si alguien hiciere más”. Ese “más” lo tenemos que descubrir cada día. Es parte del espíritu del Carmelo. El número de la Regla que menciona el capítulo local, la corrección fraterna, los encuentros comunitarios todavía tienen algo que decir y deber ser actualizados.
2.1.- Encuentros fraternos. La naturaleza sacramental de los encuentros comunitarios. Las buenas conversaciones están bien, pero si se quedan en este nivel y no hay algo más allá, algo importante faltaría. El encuentro entre los hermanos es un momento sacramental, un momento de sabiduría. Es una habilidad que tenemos que aprender tanto en la formación inicial como permanente. En esos encuentros comunitarios habría que discernir los temas principales de nuestra vida (incluida la corrección fraterna). Un espíritu de discernimiento que nos lleve a una vida espiritual saludable.
2.2.- Celebración y liturgia. Nos vincula a un mundo superior a nosotros mismos. En la liturgia damos gracias y encontramos caminos para alabar a Dios con nuestras palabras y nuestro estilo de vida. La liturgia es una asignatura pendiente. Subrayó: “Me gustaría ver en nuestra Orden que se prestase atención a esta dimensión, la cual nos proporcionase un encuentro real con Dios, por medio de su Palabra, para, juntos, sentirnos parte de la historia de salvación. Una liturgia “plena, activa y consciente”. ¿Queremos celebraciones que vayan más allá del “cuanto antes acabes mejor”? ¿Queremos ir más allá en la unión con Dios, en la preparación de la predicación?
3.- Agradecimientos a los gremiales, oficiales y a la Curia saliente.
Una vez firmadas las actas, toda la asamblea, en procesión, y cantando el Flos Carmeli, se dirigió a la capilla, donde el P. Prior General presidió la Eucaristía solemne y confirmó la clausura del Capítulo General 2019.
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