Paz, necesitamos paz… Señor, ven y cambia nuestros corazones. Un corazón transformado transforma todo lo que ve y toca. Ante la crisis que está viviendo la sociedad chilena, Canto Católico ha presentado los arreglos de esta canción a modo de oración por Chile. La clave para entender lo que está ocurriendo y para encontrar un camino de paz y de justicia, viendo el desenlace de los acontecimientos sociales y políticos en algunos países hermanos de Latinoamérica, nos remite directamente a Dios. Por eso creemos que la oración tiene un rol crucial. Por una parte, porque en ella presentamos nuestros sufrimientos y esperanzas a Aquél que todo lo puede, el único capaz de poner verdadero remedio a todo dolor y de traer al mundo la verdadera justicia. Y por otra, porque los hombres en la oración recibimos la gracia necesaria para poder comprender con hondura la realidad, al hacer nuestros los ojos de Jesús, su mirada, su criterio y esto nos lleva a ponernos de pie y transformar el mundo que nos rodea.
LETRA: Esteban Gumucio.
Música: Andrés Opazo.
Interpreta: Canto católico.
Te suplicamos, Señor, que manifiestes tu bondad;
salva a todos cuanto sufren la mentira y la maldad.
Ten piedad de los humildes y a los caídos levanta,
hasta el lecho del enfermo acerca tu mano santa.
Entra en la casa del pobre y haz que su rostro sonría;
para el que busca trabajo, sé Tú fuerza y compañía.
A la mujer afligida, dale salud y reposo,
y a la madre abandonada, un buen hijo generoso.
Encuéntrale Tú el camino al hijo que huyó de casa,
al pescador perdido, al vagabundo que pasa.
Que el rico te mire en cruz y a sus hermanos regale,
que no haya odio ni envidia
entre tus hijos iguales.
Ah, ah, ah…
Da al comerciante justicia, al poderoso humildad,
a los que sufren, paciencia, y a todos tu caridad.
Venga a nosotros tu Reino. Perdona nuestros pecados
para que un día seamos con Cristo resucitados.
Tú, Señor, que puedes esto y mucho más todavía,
recibe nuestra alabanza
por Jesús y con María.
Recibe nuestra alabanza
por Jesús y con María.