Las luces de Navidad se encendieron especialmente durante la misa vespertina de la Capilla Sagrada Familia para acoger a un hijo predilecto de la comunidad de Llorens Torres, que, en solemne ceremonia, recibía su unción como acólito, para servir en este recinto sagrado y en la Iglesia Santa Teresita de Santurce.
A los 21 años, Miguel Rivera Arroyo –que, para sus parroquianos y amigos, siempre será “Miguelito”–, es todo un joven apuesto con unas metas muy definidas en su vida civil y religiosa. Con su novia Aritza Rivera comparte responsabilidades en el Movimiento Juan XXIII. Su carisma contemplativo lo estimula y canaliza a través de la Comunidad de Santa Teresita de la Tercera Orden del Carmen –donde hizo su profesión perpetua el pasado mes de julio–, y con su colaboración en la liturgia en ambos templos.
En estos momentos, Miguelito trabaja en una escuela de Río Piedras dedicada a niños de educación especial. Y, próximamente, “cuando el Señor diga”, especifica, contraerá matrimonio, pues su interés es formar una familia, con la mirada puesta y encaminado hacia el diaconado permanente.
Pero, ¿cómo surgió ese amor por la Iglesia y lo sagrado?
“Desde que tenía tres meses me cuidó Naty Guzmán, que hoy es ministro extraordinario de la comunión, y me llevaba a Sagrada Familia. Luego, a los 8 años, pasé con mi abuelita Carmen María Domínguez Rosario, muy devota, de misa y comunión diaria, quien residía en Llorens y me llevaba todos los días a misa a la Sagrada Familia”, recuerda. Doña Carmen falleció repentinamente este pasado 7 de noviembre con el nombre de su querido nieto en sus labios.
La empatía mayor se hizo sentir el 13 de mayo de 2008, en que se conmemora la fiesta de la Virgen de Fátima. A los 9 años, Miguelito acude con su abuelita a Sagrada Familia y lo ponen de monaguillo a servir en el altar con el P. Luis Miranda, O. Carm., sacerdote carmelita, que aquel año era el encargado de Sagrada Familia. “A los pocos días se celebró Corpus Christi, y de ahí seguí hasta el día de hoy”, revela este joven con la marca del Carmelo en el corazón desde su nacimiento, pues vino al mundo el 1 de octubre de 1998, ocasión en que la Orden del Carmen celebra a Santa Teresita del Niño Jesús y la Santa Faz, patrona de la parroquia cangrejera del mismo nombre en la que desde ahora también Miguelito servirá como acólito.
El ministerio del acolitado, conferido a Miguelito por S.E.R. Roberto González Nieves, OFM, Arzobispo Metropolitano de San Juan de Puerto Rico, lo recibió de manos del P. Luis Mirando, párroco de Sta. Teresita y Delegado nacional de la TOC del Carmen de Puerto Rico en la Misa de vísperas de las fiestas patronales de la Sagrada Familia, cuya capilla del mismo nombre, pertenece a la Parroquia Santa Teresita y es regentada por los Padres Carmelitas…, capilla que considera “mi segundo hogar, donde me han visto crecer, madurar en mi vida, físicamente y en mi vida espiritual”. En ese día llevó los ornamentos, que le regaló su mentor espiritual, P. Antonio Soto Torres, O. Carm., quien también se encontraba presente.
Durante la Santa Misa, oficiada por Padre Luis Miranda, O. Carm. y concelebrada por el P. Héctor Luis (Lúe) Cruz Santiago, O. Carm., y por el P. Miguel Rivera, T. Carm., Miguelito ejerció oficialmente su ministerio como acólito. Al final, agradeció la participación de los parroquianos, con la exhortación: “Sigan orando por mí siempre; que Dios les bendiga”.
