El día 3 de marzo de 2020, terminada la misa de 10 de la mañana, la comunidad carmelita de Zaragoza se dirigió a las afueras de la ciudad, en Miralbueno. Con las obras que se realizaron en la primavera pasada en la finca, disponemos de un espacio acogedor para estas ocasiones (días de retiro, recreación, celebración de cumpleaños, etc.).
El P. Pablo Gárate nos expuso unos criterios para crecer, creer humana, espiritual y carismáticamente como comunidad. En este proceso de “vaciamiento-llenarme” es necesaria la fe que engloba mi realidad. Progresar en el encuentro de las diferencias y la riqueza de la pluralidad de discípulos y hermanos. La terapia que necesitan nuestras comunidades es practicar un estilo de convivencia que no busque tanto la producción, cuanto la felicidad, el Evangelio y nuestra espiritualidad.
Hemos completado la mañana con la “Lectio divina” que preparó el P. Salvador Villota, Asistente Provincial, para el retiro de las comunidades carmelitas de Valencia-Caudete. El compartir la fe, el diálogo fraterno, el compartir aspectos de nuestro día a día, los entremeses que fray Manolo Graciá preparó antes de la comida, sirvieron para como colofón de nuestra jornada de retiro cuaresmal.