Jacqueline Lizbet Quispe Merino estudió Administración de Empresa y Gestión de Negocios Internacionales en Perú. Sus padres, durante el tiempo que su familia vivió en Tintaya-Espinar (Perú), eran encargados de la misión y catequesis familiar de la Parroquia de santa Ana de Yauri – Espinar, que, por aquel entonces, estaba bajo la atención pastoral de los carmelitas. Aunque con el tiempo los misioneros carmelitas se mudaron de destino, dejaron en aquellas gentes la semilla e impronta carmelita. La familia de Jacqueline no sólo profundizó en la espiritualidad y la tradición carmelita, sino que creó verdaderos lazos de amistad y fraternidad con aquellos misioneros, hasta el punto de que el P. Míceál O’Neill, O.Carm. que, en aquel tiempo colaboraba en la Parroquia de santa Ana, fue padrino de bautismo de Jacqueline.
Las Churre-aventuras son pequeños cuentos que recogen pinceladas autobiográficas, y que, como la autora afirma, sirven para “refrescar el alma” no sólo de los pequeños, sino también de los grandes que se dejen sorprender. La Churre, que significa “la niña” en el lenguaje coloquial de Piura (norte de Perú), nos adentrará en mil historias sencillas de alguien imperfecta, como tú y como yo.
“Agranda la puerta, Padre,
porque no puedo pasar.
La hiciste para los niños,
yo he crecido, a mi pesar.
Si no me agrandas la puerta,
achícame, por piedad;
vuélveme a la edad aquella
en que vivir es soñar”.
(Miguel de Unamuno).
¡Enhorabuena Jacqueline!
¡Disfrutadlas!
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