Óscar Figueroa Rodríguez, laico carmelita del grupo JUCAR de Ciales (Puerto Rico) nos presenta la figura del beato mártir carmelita Fray Ludovico María Ayet Canós.
Fray Ludovico, de la Orden del Carmen, nació en Villarreal de los Infantes (Castellón de la Plana) el 25 de julio de 1886. Era el más pequeño de cinco hermanos. Frecuentó la Escuela de los Padres Franciscanos y, de joven, ayudaba a sus padres en las labores del campo. A los 19 años, en agosto de 1909, ingresó en la Orden del Carmen, tomando el hábito de hermano, y profesando el 2 de febrero de 1911. En 1920 fue destinado a la fundación de las misiones en Puerto Rico, a donde llegó el día 3 de mayo. Desarrolló su ministerio como catequista, principalmente, en Ciales, y como sacristán en Vieques. Tras dos años en Puerto Rico, el 23 de junio de 1922, pasó a la fundación de Venezuela, donde trabajó hasta 1928, en que regresó a España. De acuerdo a los testimonios recogidos sobre él, era una persona agradable, simpática y muy alegre.
En 1936 se hallaba en el convento de Barcelona, cuando, el 18 de julio por la tarde, fray Ludovico fue a Tarrasa para preparar la fiesta del Carmen, que iba a celebrarse el domingo día 19. Y en Tarrasa le sorprendió la persecución religiosa, siendo encarcelado el día 21 de julio. El 13 de agosto fue trasladado, con otros presos, a la Cárcel Modelo de Barcelona, donde estuvieron hasta el 12 de octubre, fecha en que fueron trasladados al Palacio de Justicia. Al día siguiente los llevaron al cementerio clandestino de Tarrasa y allí los fusilaron el 13 de octubre de 1936.
