Os presentamos a Fray Miguel, carmelita descalzo, hombre sin relumbrón, pero luminoso, de esos que su presencia necesariamente ilumina allí donde se encuentre. Amigo de Dios y amigo entrañable de nuestra comunidad carmelita, con el que, en nuestras visitas a Las Batuecas (Salamanca), hemos tenido la suerte de compartir oración y conversación. A largo de cincuenta años en África ha vivido momentos tan duros como el genocidio de Ruanda o la atención a los leprosos.
Fray Miguel Gutiérrez ha cumplido 82 años, de los que 50 los ha pasado como misionero en África, donde pasó 45 años en la República Democrática del Congo, 3 años en Costa de Marfil, un año en Camerún y otro año en Ruanda. Ahora vive en el monasterio de los Carmelitas Descalzos de Las Batuecas.
“El Carmelita tiene que ser 100 % misionero y 100 % contemplativo, no mitad y mitad, sino completamente misionero y completamente contemplativo. He sido un pobre misionero en África. Ahora un pobre contemplativo. Yo he pedido mucho para hacer iglesias y colegios, pero no para comer. Regresé a España con tres kilos más y 50 euros después de 50 años de misión”.
Para leer el artículo publicado en La Gaceta de Salamanca, pincha en enlace siguiente:
LA INCREÍBLE HISTORIA DE FRAY MIGUEL EN EL CONGO