Nuestras Hermanas de la Virgen María del Monte Carmelo, más conocidas por la zona de levante como “Carmelitas de Orihuela”, ya que pocos años después de su fundación en Caudete (Albacete-España), pasaron a esta ciudad (1899), al sur de la provincia de Alicante, han celebrado el 130º aniversario de su fundación. Ésta coincide con la profesión del primer grupo de religiosas que emitieron sus votos en la iglesia del Convento de san José, de los PP. Carmelitas, el día 6 de marzo de 1891.
Nacieron del tronco de la Orden del Carmen, que, en el año 1888, regresaron a Caudete para reiniciar la restauración del mismo, después de la exclaustración que sufrieron, como tantas órdenes religiosas asentadas en España.
La Congregación, agregada a la Orden de los Hermanos de la Bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo, intenta vivir allá donde está los valores fundamentales del carisma carmelita: la oración, la fraternidad y el servicio profético, desde una honda dimensión contemplativa. Igualmente participan de una espiritualidad eliano-mariana (inspirada en el profeta Elías y en María, la madre de Dios) y profesamos según la Regla Carmelita (la “norma de vida” que Alberto de Jerusalén dio a los primeros eremitas del monte Carmelo en Tierra Santa) y nuestras constituciones (Cf. Const. art. 34 y 82).
Aunque en el inicio de la Congregación fueron ocho hermanas las que comenzaron esta nueva familia en el Carmelo y en la Iglesia, desde el principio destacó en el grupo la Hna. Elisea Oliver Molina, que fue nombrada primero maestra de novicias en 1892 y luego Superiora General durante los años 1899 al 1922 y del 1928 hasta su muerte acaecida en Orihuela en el año 1931. Por su talante y personalidad para ir configurando la fisonomía de la nueva familia religiosa es considerada como fundadora y maestra espiritual.