El día 6 de marzo de 2021, a las 16.00 PM (España), la Comisión carmelita de Formación permanente de Europa convocó la segunda sesión de reflexión. El tema fue: “El Carmelo, una escuela de oración”. El Papa Benedicto XVI, en el año 2010, con motivo de la Peregrinación de la Esperanza, en Roma, le comentó al que fuera Prior General, P. Fernando Millán, O.Carm. “Los carmelitas sois los que nos enseñáis a rezar”. ¿Qué significa esta afirmación, hoy, para nosotros? La reflexión fue dirigida por el P. John Welch, O.Carm., de la Provincia PCM, y el P. Miguel Márzquez, OCD, de la Provincia carmelita OCD de España.
El P. John Welch, O.Carm., desde su experiencia personal, empezó diciendo: “Me crie en una época jansenista. El jansenismo fue una distorsión del cristianismo. Hizo hincapié en el pecado y en el juicio de Dios. Tratábamos de averiguar qué era pecado venial y qué pecado mortal. El jansenismo provocó que los cristianos sintiesen ansiedad y culpa. Causaba muchos escrúpulos, a la par que una preocupación obsesiva por la culpa y el castigo divino. En el noviciado, uno de los primeros libros que leí fue la Historia de un alma de Santa Teresa de Lisieux. Este libro presentaba a un Dios muy distinto. En su primera página, Santa Teresita decía que no estaba contando la historia de su vida. “Solo pretendo una cosa: comenzar a cantar lo que un día repetiré por toda la eternidad: «¡¡¡Las misericordias del Señor!!!”. Afirmaba que está escribiendo sus pensamientos sobre las misericordias de Dios en su vida. Y, de nuevo, en la primera página de su libro cita la epístola de San Pablo a los romanos: “No es, pues, cosa del que quiere o del que se afana, sino de Dios que es misericordioso” Por tanto, no se trata de nosotros y de nuestras buenas y malas, acciones sino de un Dios misericordioso”.
A continuación desarrolló los siguientes puntos: 1. Jansenismo. 2. ¿Quién es el Dios al que rezamos? 3. Un Dios de misericordia. 4. ¿Quiénes somos? Somos los amados de Dios. 5. Santa Teresa y la oración. 6. Una forma de rezar. 7. Conciencia de la presencia de Dios. 8. Oración personal. 9. Una escuela de contemplación. 10. La contemplación hoy. 11. Vida interior. Acabó diciendo: “Para concluir, me gustaría resumir estos pocos pensamientos sobre el Carmelo como escuela de oración: 1. El Dios que nos acompaña en la vida es amoroso y misericordioso. 2. Somos la buena creación de Dios, los amados de Dios. 3. Nuestra fe se expresa en una relación de confianza con el Señor. 4. La oración es una conversación, un compartir íntimo con este amigo. 5. Un mundo lleno de Gracia revela la presencia de Dios a un corazón que escucha. 6. Nuestra oración contemplativa es la fuente más profunda de compasión por un mundo herido. 7. ¡Por el don del Carmelo, demos continuamente gracias!
El P. Miguel Márquez, OCD, centro su meditación, en ‘la mistagogía de la oración en camino’. ‘El Carmelo escuela de oración. Los carmelitas sois los que nos enseñáis a rezar’ (Benedicto XVI). Miguel nos recordó al empezar su reflexión: “Si el slogan es verdadero, necesita una aclaración. Somos maestros, solo si no dejamos de ser aprendices (siempre aprendices). ‘El verdadero sabio toda la vida es un principiante’ (Shunryu Suzuki). Los más sabios son los que mejor escuchan, no los que tienen la respuesta en cada momento. El Carmelo enseña mientras se deja enseñar. Algo digo de la oración, solo mientras estoy en actitud de oración, mientras dejo que la oración se haga en mí, la haga Él en mí. Acaba de morir el padre Francisco Javier Jaramillo, un gran carmelita de Colombia, que fue Definidor General. Predicando a los novicios el retiro para la profesión en Uruguay, hace dos años, les dijo: ‘Ustedes han llegado en el mejor momento, nos han encontrado comenzando’. ‘Ahora comenzamos’, decía Santa Teresa: ‘y procuren ir comenzando siempre de bien en mejor’ (Fundaciones 29, 32)”.
Desarrolló los siguientes puntos, a modo de itinerario eucarístico orante. 1. Es Cristo quien invita. El silbo del pastor. Tú eres mi hijo amado. 2. Acogida. ¿Hay sitio en la posada. Bienvenido a tu casa. La oración hogar y acogida incondicional. 3. Oración penitencial. Reciclaje y reconciliación. 4. El pequeña Samuel. Palabra de Dios. Habla, Señor, que tu siervo escucha. 5. Ofertorio. Echó todo lo que tenía para vivir. Aquí estoy, Señor. 6. Plegaria. Consagración. Doxología. Simple adoración y alabanza. A ti, honor y toda gloria. 7. Padrenuestro. Se retiró al monte a orar. Aprender a decir Abbá. 8. Paz. Fracción del pan. Lo reconocieron al partir el pan. Haced esto en memoria mía. 9. Silencio. Comunión. Una puerta a la deriva. Silencio verdadera comunicación. 10. Bendición y envío. Me ha ungido, me ha enviado. Buscando mis amores, iré por esos montes y riberas.
Se acabó la sesión invitando al P. Miguel a que nos diera la bendición Al encontrarse en Irlanda aprovecho para impartirnos la bendición irlandesa: “Que el camino salga a tu encuentro. Que el viento siempre esté detrás de ti y la lluvia caiga suave sobre tus campos. Y hasta que nos volvamos a encontrar, que Dios te sostenga suavemente en la palma de su mano. Que vivas por el tiempo que tú quieras, y que siempre quieras vivir plenamente”. PJNS. Amén.