La Obra Social de ‘El Carmen’ nos brinda, como cada año, la memoria del ejercicio del año 2020. Un ejemplo de entrega, coordinación y ayuda ejemplar. En medio de la Pascua del Señor Resucitado, la Obra Social de la Parroquia del Carmen se levanta como un faro que ilumina oscuridades y desánimos. Vayan algunos pensamientos de D. Alberto Ratia, que sirvan de presentación de la misma:
“El año pasado ya hablábamos en esta Memoria de José Luis Sánchez (Almansa, Albacete, 1926, Pozuelo de Alarcón, Madrid, 2018), el importante escultor a quien debemos el altar de la parroquia.
Aquel año, la portada correspondiente la dedicamos a su Cristo resucitado, representado sobre la cruz y sobre los atributos dela pasión. Ahora es el turno de otra imagen del mismo escultor: la Virgen del Carmen.
La familiaridad con estas dos esculturas puede ocultarnos su originalidad. El Resucitado se alejaba de las convenciones y no menos lo hace la Virgen.
Desde el comienzo de la veneración a la Virgen del Carmen, el aspecto que solía destacarse era la ternura […] “La Bruna” (o la ‘morena’) es una Madonna del s. XIII que acerca el rostro del Niño a su mejilla. Sobre el hombro, en su manto, luce la Stella Maris, la Estrella del Mar, título mariano que sería un poco largo explicar ahora, pero que justifica el que nuestra advocación sea patrona de los marineros. En múltiples ocasiones, al menos desde el siglo XV, cuando aparece en una iglesia de Corleone, en Sicilia, la Virgen del Carmen, suele representarse sobre una media luna, imagen que remite al Apocalipsis, y el Niño es quien ofrece el Escapulario.
La representación de José Luis Sánchez huye del sentimentalismo. Como otros artistas religiosos del siglo XX, busca su inspiración más allá del gótico, considerando que el románico, con su hieratismo, era un modelo de autenticidad. Su imagen tiene semejanza, por ejemplo, con la Virgen entronizada de Santa María de Taüll. No hay juegos entre madre e hijo. Preside la simetría, y una complicidad profunda entre ambos, una cierta preocupación en ella, a la que responde el niño con una sonrisa de confianza. El motivo de la media luna a los pies se transforma en el motivo de un ancla. Esta sorprendente transformación alude a la devoción marinera, pero también es un símbolo de solidez en la fe […].
Este año que acaba de concluir, dominado por la tragedia cotidiana del coronavirus a la que no debemos acostumbrarnos, parece nos exija esa doble perspectiva de la preocupación y la esperanza. No era el momento de quedarse quieto, sino de actuar, y la Obra Social ‘El Carmen’ creemos que lo ha sabido hacer.
El símbolo del ancla, superpuesto a la Virgen, es un llamada a la serenidad en tiempos de zozobra”.
A continuación podéis descargar la memoria:
MEMORIA 2020. OBRA SOCIAL EL CARMEN, ZARAGOZA