El día 18 de enero de 2022, el Prior Provincial, P. Desiderio García, O.Carm., acompañados del Delegado Nacional de la TOC de Puerto Rico, P. Jorge L. Rivera, O.Carm., y del Director Espiritual, P. Hector Lüe, O.Carm., visitaron la Comunidad de la Venerable TOC del Fidelísimo Corazón de san José, en Guaynabo. Durante su visita pudieron compartir con los miembros de la TOC, celebrar el sacramento de la reconciliación y rezo de laudes con la comunidad. El Prior Provincial presidió la celebración de la Eucaristía.
La Tercera Orden del Carmen en Puerto Rico es muy floreciente. Es un fenómeno sorprende cómo ha ido creciendo durante estos últimos años. Actualmente hay 16 comunidades, distribuidas en 4 diócesis de la isla: San Juan, Arecibo, Caguas y Mayagüez. Gradualmente, se han consolidado 12 de ellas, obteniendo su erección canónica. Se está preparando la fundación de la TOC en la Diócesis de Fajardo-Humacao. De hecho, una vez que un grupo de laicos carmelitas acaben el proceso de formación se pedirá a un sacerdote que acoja la comunidad en esta Diócesis.
La TOC de Puerto Rico tiene un gobierno central formado por la secretaria, la tesorera y tres coordinadores generales, los cuales se reúnen en nuestra Parroquia de Sta. Teresita, en San Juan. Cada comunidad tiene su órgano de gobierno. Actualmente hay alrededor de unos 400 hermanos profesos; de ellos 300 están activos en la comunidades. En los últimos 3 años han fallecido 37 hermanos y han profesado 75 hermanos. La edad media es elevada: entre 65 y 78 años. La comunidad más joven es la comunidad de Ciales y la comunidad de ‘oblatos’ (seglares carmelitas) en Sta. Teresita. Cada comunidad de la TOC se reúne, por lo general, dos veces al mes. Su vida espiritual esta centrada en la oración (lectio divina, santo rosario, coronilla a san José, retiros en adviento y cuaresma, y otros actos de piedad); la vida comunitaria, los encuentros, la mesa en común son cultivados fraternalmente; el apostolado y voluntariado de “caridades carmelitas”, que revierte en favor de los más pobres y necesitados. El voluntariado acompaña, sobre todo, a enfermos, y, asiste con la ‘cena de gala’ y otras actividades solidarias, las necesidades de los más desfavorecidos. El Banco Isidoro Bakanja confecciona escapularios, rosarios y objetos de piedad.
Es admirable cómo están transmitiendo el carisma carmelita a la próxima generación de laicos y cómo han encontrado su propio estilo para vivir como laicos carmelitas en la cultura e idiosincrasia puertorriqueña. Destacan su entusiasmo, su celo en cultivar lo signos de nuestra identidad carmelita (escapulario) y su amor manifiesta a los frailes y a las monjas de la Orden del Carmen. La mañana de retiro acabó con una comida fraterna en casa de D. Luis y Dña. Leonor, priora de la ‘Comunidad del Fidelísimo corazón de san José’, en la que nos acompañaron algunas terciarias carmelitas y D. Walter, párroco de la Parroquia de san Juan Evangelista, Guaynabo.