Durante siglos la Iglesia ha dedicado el mes de mayo para honrar a la Virgen María. El mes mayo, en la antigua Grecia, era dedicado a Artemisa, la diosa de la fecundidad. Algo similar sucedía en la antigua Roma, pues mayo era dedicado a Flora, la diosa de la vegetación. En la época medieval abundaron ritos similares, y, a partir del 1 de mayo, apogeo de la primavera, se extendió la costumbre de honrar a María, la Madre de Jesús y Madre nuestra.
En torno al s. xii se extendió la tradición de “La devoción de treinta días a María”. Más tarde, en el barroco, se incluyeron treinta ejercicios espirituales en honor a la Madre de Dios. Las formas en que María fue honrada en mayo son tan variadas como las personas que la honran.
Como nos recuerda el carmelita, P. David Oliver, “Un minuto con María” es una propuesta de los laicos carmelitas de la Región Ibérica. Con María a nuestro lado deseamos dedicar este mes un minuto cada día a recordarla y a descubrir que es Ella la que nos lleva a Jesús y lo convierte en el centro de nuestra vida… Que este proyecto nos ayude a todos a crecer como seguidores de Jesucristo.