El pasado día 31 de julio por la tarde comenzó en Zaragoza el XVI Campo de Trabajo de la Juventud Carmelita en España. Terminó el 23 de agosto, después de preparar y servir ese día más de 200 comidas en el Comedor Social de la Obra Social de la Parroquia Nuestra Señora del Carmen de Zaragoza. Este año convocó a los jóvenes el versículo: “Yo os elegí y os destiné a ir y dar fruto, un fruto que permanezca” (Jn 15, 16).
En dos turnos, más de cuarenta jóvenes han participado en esta experiencia de vida carmelita, donde cada día ha habido espacio y tiempo para la oración, para la fraternidad y el servicio. Todos ellos querían tener una experiencia de contemplación, de búsqueda y encuentro con Dios.
El horario del día es intenso en el Campo. Se comienza con la oración a las 8:15 de la mañana, recorriendo distintas llamadas o elecciones de Dios a hombres y mujeres de la historia de la salvación: Abrahán, Moisés, David, Samuel, Jeremías, María, Pablo, la mujeres discípulas, los apóstoles…
Después de desayunar comenzaba el trabajo en la Obra Social. Distribuidos en cuatro equipos organizaban todo lo necesario para que a las 13:00 se pudiera abrir la puerta para que más de 200 personas cada día pudieran comer. Al finalizar la tarea los jóvenes comían en el mismo comedor y posteriormente regresaban a ‘Aires Nuevos’, lugar de su residencia. Después de un rato de descanso tenían que escribir la experiencia del día y comentarla posteriormente. Cada día había también un momento de formación o actividad de profundización. Después de la cena, durante una hora aproximadamente, rezaban juntos sobre la segunda parte del versículo que los convocó: “los frutos que estamos llamados a dar”.
Además de este horario durante estos días se han realizado cuatro tertulias con los comensales. En ellas se pretende que sean ellos los protagonistas en la reflexión, en la participación en las propuestas. Se ha repasado de forma positiva la vida, se ha elaborado una historia de forma creativa a partir de unas palabras y se han construido frases motivadoras para adornar la escalera de entrada y salida del comedor.
Muy relevante este año han sido los dos encuentros con el Colectivo Dignidad de la ciudad. Este colectivo, formado por personas de la calle, se reúne periódicamente para conocer la realidad de las personas que viven en esa situación y para reivindicar sus derechos. En los dos encuentros los jóvenes se han acercado de manera personal a una realidad que les ha cambiado el corazón.
Los domingos de agosto se ha celebrado también la Eucaristía en el comedor con los comensales que han querido participar. Es un momento maravilloso donde se ha podido compartir entre jóvenes y comensales alrededor de la Mesa, la Palabra, la Vida… Momentos emocionantes de fe, de profundidad, de verdad.
Como es tradición en el Campo de Trabajo, se celebró una Eucaristía de acción de gracias la última noche. En ella se repasaron momentos importantes de lo vivido y se recordó que el Campo de Trabajo dura todo el año.
