El Papa Francisco, con motivo del Sínodo de los jóvenes, propuso la santidad como el camino que lleva a la profunda felicidad. Los jóvenes, como ya dijo el Santo Padre, están llamados “a cosas grandes” y propuso la figura de santa Teresita del Niño Jesús, que murió muy enferma a los 24 años, como modelo de vida evangélica para aquellos que buscan a Dios. Quien busca la felicidad, lo sepa o no, está buscando a Dios. Santa Teresita escribió el libro de la Historia de un alma, y, a pesar de su corta edad, fue nombrada Doctora de la Iglesia, atesorando la sabiduría de los pequeños.
Fray Pablo María de la Cruz pidió al Señor ser “pequeño y pobre” y descubrió en esta joven santa, que murió con solo 24 años, una profunda “historia de amor” que iluminaba su propia enfermedad y las noches oscuras de su alma. En el camino de la pequeñez de Teresita, en el “ascensor” que la elevaba en los brazos de Jesús hasta Dios Padre, también cabía él: “¡El ascensor que ha de elevarme hasta el Cielo son tus brazos, Jesús! Y para eso, no necesito crecer; al contrario, tengo que seguir siendo pequeña, tengo que empequeñecerme más y más… Voy a pasar mi Cielo haciendo el bien en la tierra”.
A continuación encontraréis algún material para la meditación, y que ha sido usado en el Convento de San Andrés de Salamanca.
2. Sta. Teresita y fray Pablo Mª de la Cruz, 14 agosto 2023