“Habéis muerto, y vuestra vida está oculta con Cristo en Dios. Cuando aparezca Cristo, vida vuestra, entonces también vosotros apareceréis gloriosos con Él”. Col. 3,3-4.
Los Frailes Carmelitas del Comisariado de las Antillas les informan del deceso el día 8 del presente mes en curso de nuestro hermano P. Fr. Tomás Ciscar Nadal, O. Carm., quién residía en la comunidad de Morovis, Puerto Rico.
Los restos de P. Fr. Tomás Ciscar fueron expuestos en la Parroquia Nuestra Señora del Carmen de Morovis desde el domingo 12 de enero a partir de las 4:00pm. Y la Misa Exequial celebrada el lunes 13 de enero a las 11:00am, presidida por Mons. Luis Miranda, O. Carm., Obispo de la Diócesis de Fajardo-Humacao. Además, contó con la presencia del obispo titular de la Diócesis de Arecibo, Mons. Alberto Figueroa Morales, así como también de Mons. Álvaro Corrada del Río y Mons. Enrique Hernández Rivera. De igual forma, la presencia del Comisario de las Antillas P. Fr. Randy Rudecindo Marte (Wilson), O. Carm., y de los demás frailes Carmelitas de Puerto Rico, Terciarios y Religiosas de la Orden del Carmen.
Durante esos días contamos con las palabras de muchos hermanos y hermanas de Puerto Rico, pero en especial las de P. Fr. Randy quien expreso el profundo dolor que deja en la comunidad la partida de nuestro hermano, y también, resalto que Fr. Tomás supo pelear la buena batalla y terminar la carrera manteniéndose fiel y que esperamos la certeza de que haya ganado la corona merecida que el Juez Justo le prometió.
En la homilía de la Misa Exequial Mons. Luis Miranda destacó la vida y legado del sacerdote como ejemplo de fe y servicio. Subrayó: Esperanza y consuelo en la fe cristiana. Padre Tomás vivió con esta esperanza como guía. Se recordó su entrega al ministerio sacerdotal en diversas comunidades de Puerto Rico, como Santa Teresita en Santurce, San Antonio Abad en Añasco y Nuestra Señora del Carmen de Morovis, y su servicio como Comisario Provincial, Vicario Episcopal, Párroco y Educador.
Destacó cómo el Padre Tomás encarnó las virtudes del Buen Pastor, siendo guía, fortaleza y consuelo para sus comunidades, además de su humildad y espíritu de servicio. Y concluyó encomendando su alma al Señor y alentando a la comunidad a mantener viva la esperanza de la Resurrección y el compromiso con la construcción del Reino de Dios.
Que descanse en Paz, Padre Tomás.
