El día 26 de mayo la comunidad del noviciado realizó una salida comunitaria a Serrada y La Seca, dos pueblos de Valladolid donde se da la cuna de los vinos “verdejos”. Dado que íbamos a estar a 10 kms. de Medina del Campo, en el trayecto de ida, el P. Matías dio una charla informativa sobre la fundación de los Carmelitas en Medina y todo lo que tiene relación con San Juan de la Cruz en este pueblo. El párroco de estos dos pueblos, Don Jesús García Gañán, (sacerdote muy joven, y lleva 5 años ordenado) a instancias nuestras, nos facilitó un programa bien detallado. Llegamos a Serrada hacia las 10:30. Visitamos la Parroquia de San Pedro Apóstol y su museo con las oportunas explicaciones del párroco.
Seguidamente nos disponemos a iniciar dos visitas atractivas: la quesería “Campoveja” y la bodega subterránea “Hijos de Alberto Gutiérrez”. En cada una de ellas probamos variedad de quesos y realizamos la típica cata de algunos vinos. En ambos sitios el trato del personal fue altamente exquisito y muy amable. La comida la tuvimos en La Seca, en el restaurante “La posada de las esencias”, casa rural, sencilla y muy acogedora.
La tarde tuvo un matiz más religioso y reflexivo. A las 16:15 horas, visitamos la iglesia parroquial “Nuestra Señora de la Asunción” de La Seca, rezamos el Santo Rosario ante su Patrona la Virgen de la Paz. Seguidamente, en la casa Parroquial, tuvimos un café-coloquio con el párroco; nos dirigió una interesante reflexión sobre el tema “La pastoral de un sacerdote rural en el siglo XXI”. El coloquio posterior estuvo muy animado.
A las 20:00 horas celebramos la Santa Misa, la feligresía estaba celebrando el tercer y último día del Triduo en honor a la Virgen de la Paz. Presidió la misa el P. Matías Tejerina y ofreció una reflexión en la homilía sobre la Virgen María en su relación con la Santísima Trinidad (Hija de Dios Padre, Madre de Dios Hijo y Esposa del Espíritu Santo). El P. Andreas, los novicios y los demás religiosos atendieron los cantos de la liturgia. Terminó la Eucaristía con una ofrenda floral a María y el canto de la Salve popular. A las 21:00 horas estábamos de regreso a Salamanca, con buen “sabor de boca” por el día compartido (y el buen vino bebido). La visita a las bodegas nos hizo recordar a nuestro hermano San Juan de la Cruz cuando escribió aquello de “en la interior bodega de mi amado bebí, y cuando salía, por toda aquesta vega, ya cosa no sabía y el ganado perdí que antes seguía” (P. Matías Tejerina, O.Carm.).