El día 16 de junio de 2018, se celebró el “III Encuentro de laicos carmelitas” de la zona de Levante, en Caudete. Se reunieron 75 personas de distintos grupos vinculados a la Provincia. Asistieron de la Tercera Orden de Albacete, de las Cofradías de Beniaján y Murcia, de la Tercera Orden de Vila-real. La comunidad carmelita de Caudete hizo de anfitriona. El P. Alfonso Herrera, prior de la comunidad, dirigió unas palabras de bienvenida a los asistentes resaltando la hospitalidad del Carmelo como una de las características que nos definen y, que, en ese momento, se hacía realidad.
El P. Leonel Paulino, después de la presentación de los distintos grupos, dirigió una reflexión sobre el P. Tito Brandsma, repasando su biografía y deteniéndose en algunos de sus pensamientos para poder llenar de contenido el verso ‘la cruz es mi alegría, no mi pena’ que nos había convocado para el encuentro. El P. Leonel se acercó a la cruz como parte de nuestra vida y propuso al P. Tito como ejemplo para que ‘la cruz sea un árbol que no nos aplaste en la vida sino que nos levante’. El testimonio de su vida nos impulsa a vivir con alegría nuestro hacer. Darse –añadió- ‘nos convierte en superhéroes del amor, que es el mayor testimonio que podemos dar. Tito fue testigo de esto con su martirio. Sus palabras concluyeron con una propuesta en positivo: ‘Con Dios podemos hacer todo, sin Él no podemos hacer nada’. Todos juntos recitamos, a modo de oración, el poema del P. Tito Brandsma ‘Ante Jesús’.
El P. Alfonso Herrera, seguidamente, explicó en una visita guiada por el claustro, el Convento de S. José y la iglesia del Carmen, sus orígenes y reformas. La Eucaristía, presidida por el P. David Oliver, fue en el Monasterio de Monjas Carmelitas, ayudando en la liturgia y haciendo de ello en verdadero encuentro de fraternidad alrededor del Señor, de la Virgen del Carmen y de nuestra espiritualidad. Tras la comida finalizó el encuentro en la Emita de la Virgen de Gracia. Fue especial para los Terciarios de Vila-real, al ser también la patrona de su ciudad. El canto de la Salve todos juntos fue un gran colofón al encuentro.
