El lunes día 3 de septiembre se reunieron en nuestra Casa de Espiritualidad de El Carmen todos los profesores de los centros ‘Virgen del Carmen’ de Onda y Vila-real. Comenzó la jornada de inicio de curso con una oración en la capilla meditando el texto de 1Re 19,8-13. Igual que Elías siente la brisa suave al salir de la cueva todos los profesores recibieron la brisa nueva de la Palabra para poder seguir en el camino de anuncio de la Buena Noticia y de sentirse enviados a la misión de acompañar y educar.
La parte académica tuvo tres partes. En las dos primeras el Director Titular, D. Héctor Más, repasó las líneas claves para descubrir que ‘estamos en un proyecto educativo carmelita’ y debemos vivirlo desde la ‘acción de gracias’. ‘Que esto sea una realidad’ –añadió- ‘es gracias a todos vosotros’, que sois verdaderos agentes de evangelización. Pidió que no se perdiera de vista el trabajo conjunto y en la misma dirección de un Colegio, dos centros y tres líneas. Recordó y animó a mantener la ilusión por la vocación a la que habían sido llamados. Esbozó alguno de los valores que deben marcar el proyecto educativo: fraternidad global, familia, interioridad-contemplación, acompañamiento del alumno y atención a la diversidad. Todo ello basado en el plurilingüismo, el trabajo cooperativo, el pensamiento crítico, las utilización de nuevas tecnologías y el desarrollo cognitivo como referencias del hacer de cada día en los centros. Terminó su motivación con una llamada a la excelencia en las pequeñas cosas de cada día, ‘hacer bien lo que vas a hacer en los próximos cinco minutos’.
La tercera parte de la sesión de trabajo corrió a cargo de la coordinadora de pastoral, María José Varella Monzonís. Presentó el lema de pastoral de este curso y la figura de San Elías, que será el santo de referencia. Subrayó la importancia de conocerlo mejor no solo para preparar el día carmelita del colegio sino durante todo el curso. El lema será ‘Enmarronat’ haciendo referencia a dos ideas clave: ‘carmelízate’ y ‘príngate’. Ser carmelitas (hombres de marrón) que se ‘mojan’, que se implican en el mundo de hoy, que se dejan la vida, que la entregan. A media mañana se compartió un almuerzo. Fue un día de reencuentros después del descanso merecido. La fraternidad se hizo realidad en cada abrazo, en cada sonrisa.
