Somos un grupo de hombres y mujeres creyentes, discípulos seguidores de Jesucristo, dentro de la Iglesia Católica. Nuestro origen está en el Monte Carmelo, en Tierra Santa, hace más de ochocientos años. Allí un grupo laico de peregrinos, cruzados y penitentes, dejó todo para vivir en “obsequio de Jesucristo” (Regla 2), “meditando la ley de Señor día y noche” (Regla 10), en oración (Regla 14) , trabajo (Regla 20 y silencio (Regla 21), compartiendo la vida en común, teniendo de ejemplo a la Virgen María, “Señora del Lugar”, y siguiendo el espíritu del Profeta Elías que había dejado su impronta en la geografía del monte durante muchos siglos.