La liturgia de la Palabra dominical nos va a proponer por lo general este año el Evangelio de san Lucas (año C). En pleno año jubilar, en el 1700 aniversario del Concilio de Nicea (325), bien podemos tomar este tiempo especial de gracia para reavivar nuestra adhesión a Jesús por la oración, los sacramentos, la caridad… y para todo ello, ¡qué mejor que volver a su Palabra, a su Evangelio!
La especificidad de la obra de san Lucas –Evangelio y Hechos de los Apóstoles (εὐαγγέλιον y Πράξεις τῶν Ἀποστόλων), el anuncio de la Buena Noticia de Jesús para los pobres, la vida de la Iglesia, bien merece una consideración en su conjunto. (Ya lo hicimos en su día con la originalidad genial del Evangelio según san Marcos, puede verse aquí).
Proponemos algunos atractivos vídeos que presentan su contenido y aspectos que seguramente que sorprenderán. Lucas, el médico, concibió y compuso Evangelio-Hechos como volúmenes indisociables.
Más abajo (en la galería) se pueden encontrar los mapas conceptuales de la exposición de los libros de san Lucas.
Para los más curiosos…
Buenas noticias para los pobres
Lucas documenta cómo Jesús le abrió paso al Reino de Dios en la Tierra creando un nuevo Israel que incluye a los pobres, los excluidos y los marginados. Jesús invierte el orden mundial y eleva a los humildes, ofreciéndoles un lugar de pertenencia en el Reino eterno de Dios y libertad del mal y el pecado.
Y así como este Reino es inesperado, también lo es el gobierno de Jesús como Rey mesiánico. Él reinará sobre su pueblo sirviendo y sufriendo. Y su muerte en la cruz marcará el comienzo de un Reino marcado por el amor y el sacrificio abnegados.
El Reino al revés de Jesús
El Evangelio de Lucas enfatiza la naturaleza al revés del Reino de Dios, un lugar donde todos son bienvenidos y las estructuras de poder se invierten. Es un lugar donde los pobres y humildes, los marginados de la sociedad, son elevados a lugares de honor. Lucas enfatiza esto a través de una serie de parábolas sobre banquetes, donde Jesús ilustra que todos son bienvenidos en la familia de Dios.