El día 16 de octubre de 2019 se celebró en el Convento carmelita de Villarreal (Castellón) la misa funeral de nuestro hermano el P. Elías González López, O.Carm., el cual murió en Madrid el día 14 de octubre de 2019.
Nació en Caudete el 17 de junio de 1930. Estos últimos meses, debido a su enfermedad, fue atendido con dedicación en nuestra comunidad de Madrid-Ayala. El P. Elías expresó que deseaba que su funeral se celebrase, a ser posible, en la comunidad de Villarreal, y, posteriormente, que sus restos mortales reposasen en el panteón que la comunidad carmelita dispone en el cementerio de la ciudad. De hecho, a Villarreal estuvo vinculada su vocación carmelita y durante muchos años desarrolló allí su ministerio apostólico. Elías Macoca, como se le conocía en Caudete, había cumplido 70 años de vida religiosa en el Carmelo. Ingresó con 16 años en el Seminario de Villarreal. A los 18 hizo su profesión temporal (21-11-1948). Después de su ordenación sacerdotal, llegó de conventual a Villarreal en el año 1975, y, residió allí hasta el 2018, cuando su salud se resintió y para su mejor atención fue trasladado a la comunidad de Madrid-Ayala.
La celebración fue un canto de acción de gracias a la Vida. La iglesia conventual estaba abarrotada. Acompañaron en la oración y en la celebración familiares, amigos y profesorado de nuestro Colegio de Onda y Villarreal. Presidió el funeral de cuerpo presente el Prior Provincial, P. Desiderio García, O.Carm., y le acompañaron en la concelebración otros 25 sacerdotes. Destacó en sus palabras de despedida, como decía Thomas Merton, que la “acción de gracias” es la principal virtud de los sabios y de los santos. La vida de nuestro hermano Elías fue una acción de gracias. Añadió que cualquier vocación y proyecto de vida es creíble y convincente cuando encuentras personas concretas que lo encarnan y aterrizan en lo cotidiano. De aquí la importancia de la ejemplaridad silenciosa que da realismo y visibilidad al proyecto de vida. El aplauso, que se le dio al P. Elías al final de la celebración, estremecía.
El P. David Oliver, O.Carm., prior de la comunidad de Villarreal, y con el que había vivido el P. Elías durante 17 años, pronunció una homilía muy hermosa. Palabras que recogían el sentir de todos, iluminando la vida del P. Elías a la luz del misterio de Cristo, proclamado en el Evangelio de la celebración (cf. Mt 11,25-30):
1. ‘Estad alegres porque vuestros nombres están inscritos en el cielo’, dice el Evangelio… La alegría es expresión de generosidad y de poner en el centro de la vida al otro. Alegrar la vida a los demás y hacer de esto auténtica herramienta de anuncio del Evangelio, para él era parte importante de la celebración de la fe. Vivió en obsequio de Jesucristo cada día de sus más de 70 años de carmelita. Ese obsequio, ese regalo que suponía para él seguir a Jesucristo, lo convirtió en alegría ‘para’ y ‘con los demás.
2. ‘Revelado a los sencillos’. Una sencillez cargada con la humildad del que sirve sin esperar nada a cambio. Con generosidad y sin descanso… Una sencillez manifestada mil veces en la entrega, en la perseverancia de cada día, en el anonimato que la llena de verdad. Sencillez hecha trabajo constante, permanente y desinteresado.
3. “Mi yugo es llevadero y la carga ligera…’ Porque creyó firmemente y fielmente en Dios. Y vivió una vida como respuesta, una vida de vocación. Una vida en el Carmelo, de profundo amor a la Orden, a toda esta familia… Como dice nuestra Regla, él estuvo dispuesto ‘a dar más’, mucho más de lo que se le pidió, más de lo que la norma le pedía o marcaba… Dio la vida en cada servicio, en cada obediencia, en cada compromiso. Para Él, a ejemplo de María, el sí a Dios, el sí a la llamada, no fue un peso sino una relación de amistad, de hijo fiel a una Padre que le quiere y al que sirve.
Que los fieles difuntos por la misericordia de Dios, en especial de nuestro hermano Elías, descansen en paz. Amén.
