El fin de semana, 27-29 de septiembre de 2019, ha tenido lugar en la comunidad de Vila-real el “Encuentro anual de monitores JuCar de la Región Ibérica”. Se han reunido más de ochenta jóvenes procedentes de Antequera, Málaga, Murcia, Alicante, Elda, Sax, Zaragoza, Madrid, Quart de Poblet, Onda y Vila-real.
Alrededor del lema que los convocaba, ‘Dejarme hacer’, los jóvenes han reflexionado y profundizado sobre la importancia del antes, el momento y el después de las reuniones de grupo. La tarea de acompañar, caminar con los niños y jóvenes a los que se les ayuda a profundizar en la fe, necesita de una preparación tanto metodológica como, sobre todo, personal. La importancia de ser acompañado, de tener un proyecdo personal de vida cristiana para proponer a otros que lo empiecen no se puede olvidar. Si presentamos a Jesús tenemos que conocerlo bien. Si hacemos oración en los grupos tenemos que ser jóvenes que oran y celebran. Estar y ser en la Iglesia es una parte fundamental e imprescindible para poder realizar en verdad la tarea de monitor.
El encuentro ha tenido momentos de oración y celebración. La oración de la mañana se ha centrado en la llamada y en la presencia de Dios en nuestra vida cotidiana. La noche del sábado se tuvo una vigilia de oración con diversas ‘estaciones’ para ir descubriendo cómo el Señor nos transforma, cómo su luz no ayuda a mirar de otra manera para reconocer al otro que está ‘debajo del puente’.
El domingo se compartió por algunos de los asistentes en Aylesford al proyecto Awakening. Sabrina Rubio, como miembro del Comité de la Orden el Carmen, invitó a vivir con gozo las actividades que puedan ir proponiéndose derivadas de esta actividad que nació hace más de diez años.
Durante el encuentro también se realizó una formación sobre Ambientes Seguros. Después de una explicación del protocolo existente en la provincia de Aragón-Castilla-Valencia y de algunas sugerencias de la abogada Cristian Cobo, que ayudaron a mirar la realidad donde estamos y la importancia de cuidar a los otros, se realizó un trabajo práctico basado en supuestos de un campamento juvenil. La participación en la puesta en común fue muy rica, los jóvenes participaron mucho y mostraron el interés por este aspecto que nos ayuda a mejorar. La conclusión fue la Eucaristía del domingo donde se leyó el manifiesto tradicional de estos encuentros en el que se destacó la necesidad de formación permanente como parte importante de la tarea del monitor JuCar.
