El P. Alfredo Guillén, O.Carm., carmelita salvadoreño, pidió a la Provincia la colaboración para poder dirigir, los días del 2 al 7 de diciembre de 2019, el retiro de fin de curso y de año a los estudiantes carmelitas de la joven fundación de El Salvador. El P. Leonel Paulino Batista, O.Carm., carmelita dominicano, que ha trabajado durante algunos años en el campo de la formación, los acompañó. En total era un grupo de 14 jóvenes estudiantes carmelitas profesos temporales y prenovicios.
Los días de retiro se realizaron en la casa de oración, Madre Teresina Silieza de las Hermanas Carmelitas de Santa Teresa, a las afuera de San Salvador, en un cerro, lugar tranquilo que invitaba al silencio y la oración y evocaba la imagen del monte, tan importante en nuestra tradición carmelitana. Fue una semana de oración para dar gracias a Dios por el trabajo desarrollado durante todo el curso, y para devolverle a Él los frutos recogidos. El P. Leonel acompañó las reflexiones de cada día en torno a La Regla carmelita como un camino de discernimiento y transformación. Los jóvenes carmelitas lo vivieron con gran alegría y disponibilidad a las acciones del Espíritu Santo.
Estos días de retiro concluyeron el sábado, día 7 de diciembre al mediodía. Posteriormente, se trasladaron al Centro Xiberta, donde les esperaban los otros frailes y formadores que viven en El Salvador, y, allí, concluyó el retiro con una comida fraterna, disfrutando de la alegría de nuestra vocación carmelita y pudiendo vivir lo que nos dice el Salmo 132: “Ved qué dulzura, qué delicia, convivir los hermanos unidos”.
El mismo día, sábado 7, acompañado del P. Alfredo Guillén, O.Carm. pudo conocer la finca san Elías, propiedad de la Orden, y que los frailes están gestionando con el cultivo de café y otros productos de la tierra. Es una gran extensión de terreno, donde, además, se está construyendo la segunda casa de formación carmelita en El Salvador. Aquí vivirán los estudiantes profesos temporales, junto con la comunidad que gestiona todos los trabajos en la finca san Elías. Es un proyecto de gran visión de futuro, en el que se adapta la vida carmelita a la vida y circunstancias concretas del pueblo salvadoreño. El Salvador: un lugar de esperanza, con juventud y vocaciones, abierto a la vida religiosa carmelita en medio del pueblo.
