¡¡¡Feliz Fiesta del Carmen!!! 16 de julio de 2020.
La Provincia carmelita de Aragón, Castilla y Valencia os desea que la maternal protección de María, a la cual invocamos bajo el patrocinio singular de Nuestra Señora del Carmen, llegue a vuestros hogares.
Flor del Carmelo,
Viña florida,
Esplendor de cielo,
Virgen fecunda y singular.
¡Oh, Madre tierna!
Intacta de hombre,
a los carmelitas,
proteja tu nombre!
Estrella del Mar.
Dulce Madre,
Señora del Carmelo,
concede a tus siervos
la alegría de la que gozas.
¡Estrella del Mar!
Del paraíso
Puerta y Llave.
¡Madre, condúcenos
donde estás coronada de gloria!
Aleluya.
El Carmelo nació en Tierra Santa, pero renacimos en Aylesford (Inglaterra). Nacimos en el Monte Carmelo, a finales del s. XII. El Islam invadió la Tierra del Señor. Según algunos parte de la comunidad del Carmelo fue martirizada y los otros huyeron hacia Europa. ¿Quiénes eran aquellos frailes extranjeros? Nuestros frailes no lo tuvieron nada fácil y a punto estuvimos de desaparecer. Hizo falta un milagro. ¿A quién recurrieron en medio de la angustia? A la Madre…
En barcos huyeron por el Mediterráneo, y allí donde fueron recalando diseminaron la devoción a la Madre, bajo la advocación del Carmen. Por eso es experta en travesías. En repetidas ocasiones, desde 1238, se prohibió que los carmelitas existieran como Orden. ¡No teníamos los papeles en regla! Cuenta la historia que S. Simón Stock, General de la Orden, afincado en Inglaterra, tuvo que pasar la angustia de defender la Orden de Carmen y suplicó la ayuda de la Santísima Virgen con fervientes plegarias (Flos Carmeli, Ave Maris Stella…), y su oración no quedó sin respuesta, recibiendo una gracia especial de María: “La Orden no es tuya, es mía… Nacisteis para honrarme… Así que descansa y deja de agobiarte. Entrégate a mis cosas que yo me encargaré de las tuyas. Este santo Escapulario que llevas es una señal de salvación para ti y para tus hermanos: los que mueran revestidos con él se salvarán”.
Lo cierto es que S. Simón Stock, O.Carm., después de aquella visión interior, descansó, confió, y, de forma milagrosa, puso la defensa de la Orden y su existencia en manos de María. De aquí procede esta tradición amable que pone la oración del Flos carmeli en los labios de S. Simon Stock, O.Carm.
La Orden del Carmen, fiel a la promesa recibida de Ntra. Stma. Madre (como empezamos a llamarla muy pronto), siguió desde aquel día hasta hoy (¡8 siglos!). La Fiesta del Carmen se empezó a celebrar, en Inglaterra, el 17 de julio, rememorando con júbilo el día en que recibimos la aprobación de la Santa Sede (¡o lo que es lo mismo, el día en que recibimos la tarjeta de residencia!). Pero, luego, al importarse su culto al resto del continente europeo, como coincidía con la fiesta de S. Alejo, al que se le tenía mucha devoción en Europa, se adelantó al día 16 de julio. Por todas partes se difundió esta devoción y el uso del santo Escapulario del Carmen, hasta convertirse en vestido de reyes y nobles, pobres y ricos, clérigos y seglares, de todos los tiempos y lugares.
Flor del Carmelo…