La Venerable Tercera Orden del Carmen de Vila-real nos envía su boletín del mes de mayo, dedicado a María, Flor del Carmelo.
San Tito Brandsma, experto en humanidad, místico carmelita decía a propósito de María:
“La devoción a María es una de las flores más deliciosas del jardín del Carmelo. Diría que es como un girasol. Es una flor que se alza sobre todas las otras flores. Nacida sobre un gran tallo, lleno de hojas grandes, la flor se eleva más allá del verde follaje, y tiene la característica de girarse hacia el sol. Es además una imagen del sol mismo. Es una simple flor. Puede crecer en todos los jardines y ser adorno para todos ellos. Es alta y robusta y tiene raíces profundas como un árbol.
De la misma forma ninguna devoción es más robusta que la de María. El fresco follaje, las hojas verdes indican la abundancia de las virtudes por las cuales la devoción a María es sostenida. La flor representa el alma creada a imagen de Dios para absorber el esplendor de su bondad. Son dos soles que resplandecen el uno en el otro: uno irradia una luz insondable y, el otro que la absorbe, que se sumerge en esa luz, se convierte casi en otro sol. Es tal el arrebato de los rayos del sol que brilla sobre ella, que no puede girarse a otro lugar, sino solamente vivir para Él y por Él. María era una flor así. Flores de su simiente, también nosotros podemos crecer y florecer delante del sol que se ha infundido a sí mismo en Ella, y nos quiere transmitir también los rayos de su luz y de su calor” (Belleza del Carmelo, S. Tito Bransdma).
