La celebración, presidida por el obispo de la Diócesis de Salamanca, D. Carlos López Hernández, comenzó con la procesión desde la sacristía y hasta el presbiterio. Durante el recorrido, el coro dela Parroquia de Sancti Spiritus, entonó el canto de entrada Pueblo de Reyes. Tras las lecturas, tuvo lugar la presentación de los candidatos y la llamada uno por uno. El rector del de la casa de formación carmelita, P. Alejandro López-Lapuente, presentó al carmelita, Luca Zerneri, y el obispo confirmó que había sido elegido a este hermano para el orden de los presbíteros. Fueron ordenados también diáconos Alfonso y Ciriaco, amigos y compañeros de curso de fray Luca, seminarista de la diócesis de Salamanca.
En su homilía, D. Carlos insistió en que los presbíteros “hemos recibido el mandato explícito de Jesús de hacer presente en su memoria el acto único e irrepetible de la entrega de su cuerpo por nosotros, y del derramamiento de su sangre de la nueva alianza para el perdón de los pecados”. Por su parte, con el sacramento del orden sacerdotal, añadió, “somos consagrados por el Espíritu Santo para hacer de nuestra vida una ofrenda de salvación asociada al sacrificio de Jesucristo en la cruz“. La misión de ser representación sacramental de Cristo sacerdote, “nos obliga a los presbíteros a participar de su mismo sacrificio y a vivir realmente como Jesús la entrega que en la Eucaristía celebramos”. Antes de concluir la homilía, el obispo pidió para Alfonso, Ciriaco y Luca, que el Señor les llene con su Espíritu, por la intercesión de Santa María. “Y que vuestro ministerio conduzca a muchas gentes al conocimiento y la comunión de vida con Jesucristo, el Salvador y Luz del mundo”.
D. Carlos Hernández impuso las manos a fray Luca Zerneri, y tras él, también lo hicieron todos los sacerdotes presentes, para mostrar “el común y similar espíritu”. Una vez concluido este gesto, el obispo comenzó la plegaria de ordenación, con el candidato arrodillado. Como el caso del diaconado, es la oración principal del sacramento, y una vez terminada, se procedió a revestirlo, con la estola a modo presbiteral, a ambos lados, y con la casulla blanca y dorada. El encargado de vestirle ha sido el sacerdote carmelita, compañero de noviciado de fray Luca, P. Joao Costa. O.Carm.
Un último gesto hacia el nuevo sacerdote fue la unción de las manos con el santo crisma por parte del obispo, un gesto que simboliza la participación de los presbíteros en el sacerdocio de Cristo. Además, el obispo le hizo entrega del cáliz y la patena, significando el deber de presidir la eucaristía y seguir a Cristo Crucificado. El rito de ordenación terminó con el abrazo de paz del obispo al recién ordenado presbítero, en primer lugar, y después, a los dos diáconos, que simboliza la acogida en el ministerio.
El P. Luca Zerneri, O.Carm. dio las gracias “por la amistad y fraternidad que nos une como miembros” del Cuerpo de Cristo, que es la Iglesia. “Fraternidad y amistad que, unida a Jesús, forma la comunión, fuente de vida y amor”. Luca manifestó su agradecimiento al Prior Provincial, P. Desiderio García Martínez, O.Carm. y, en él, a toda la Orden del Carmen, a los hermanos de la Provincia de Aragón, Castilla y Valencia y a la comunidad de Salamanca “por la ayuda y la fraternidad que nos une en el seguimiento de Jesucristo”. Asimismo, se dirigió a los presentes y a los que han seguido la celebración por el canal diocesano de YouTube. Se despidió con unas palabras en italiano, ya que muchos estaban siguiendo la celebración desde su pueblo natal en S. Felice del Benaco, en Italia, “y están rezando por nosotros”. Un gran y prolongado aplauso de la asamblea siguió a las palabras de los recién ordenados.