¡Y Elías la volvió a liar! Como en otras ocasiones con los profetas de Baal, o con la nubecilla, se diría que su intercesión, esta vez, ha hecho de Fray Manolo al Padre Manolo. Con inmensa gratitud el Carmelo de nuestra Provincia recibe -en el mes del Carmen- la bendición de esta ordenación.
Preparado a fuego lento, durante lustros, cargada de proporcional emoción he aquí, en fin, un testimonio de una vida madura siempre en búsqueda del Señor y de su servicio. La parroquia de santa Catalina tuvo el privilegio de ver consagrado al ministerio presbiteral a este caudetano de nacimiento, hecho carmelita, acompañado por un reguero innumerable de fieles de las comunidades por las que ha ido pasando a lo largo de su vida religiosa. Incluso de allende mares: pues, presidió la celebración Mons. Luis Francisco Miranda Rivera, O.Carm., obispo de la Diócesis de Fajardo-Humacao (Puerto Rico), quien tuvo a bien recordar en su homilía los lazos del Carmelo español y puertorriqueño.
Celebración enriquecida con múltiples colaboraciones. A modo de botón de muestra: desde los ministros concelebrantes (clero diocesano, religiosos…, más allá del obispo), hasta el ministerio musical (con colaboración de diversos coros de muy respetable calidad), pasando por la fotografía y el vídeo en vivo y en directo (gracias a la técnica de la comunidad de Zaragoza), hasta el convivial y familiar festejo que siguió a la liturgia. Dos horas que acabarían con un sentido agradecimiento y testimonio del P. Manolo, que hizo vibrar a la asamblea antes de que ésta hiciera retumbar los muros del templo con el canto potente de la Salve y el Flos Carmeli. El mismo sol, a la salida, parecía querer quemar toda su energía por su alegría derramando…, no, no calor, no: ¡¡calorazo!! El fuego de Dios ha descendido sobre Manolo…
¡Muchas felicidades, p. Manolo!
Para volver a ver la celebración pueden pinchar en este enlace de la ordenación de fray Manolo