Estimados hermanos de la Provincia de Aragón, Castilla y Valencia:
¡Feliz Adviento y venida del Señor!
Celebramos hoy la fiesta de san Juan de la Cruz, patrono de nuestra Provincia carmelita de Aragón, Castilla y Valencia. Recibid mi más sincera felicitación.
Juan de la Cruz es un buscador de Dios. Su profundo centro anhela la eternidad, y este deseo sólo lo puede satisfacer Dios. El alma es “recipiente” y es “vaso”. «Dios es como la fuente, de la cual cada uno coge como lleva el vaso» (2S 21,2). Nada ni nadie pueden llenar esta caverna profunda de los sentidos que no se llena con menos de infinito. Y ese infinito es el amor de Dios derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo. La unión mística consiste, precisamente, en dejarse llenar de Dios. Es más obra divina que humana. Nos compete, en un primer estadio, abrir nuestra vida a un amor tan desbordante.
«Cuando hay unión de amor, es verdad decir que el Amado vive en el amante y el amante en el Amado» (C 12,7). Amado y amante, unidos en un mismo ser por el amor. El camino carmelita de transformación tiene esta meta. El final del viaje místico es un encuentro amoroso entre personas: tú y Dios.
Que san Juan de la Cruz, maestro del espíritu y experto en noches oscuras, nos ayude, en estos momentos complicados para nuestra sociedad, a alcanzar la LUZ e iluminar a todo hombre que sufre. Que en la cotidiano de nuestra vida religiosa carmelita sepamos descubrir la fuente de toda alegría: Dios mismo.
Desiderio García Martínez, O.Carm.
Prior Provincial, Provincia de ACV
