La Tercera Orden del Carmen de Vila-real nos envía, después del verano, su boletín correspondiente al mes de septiembre. Se reflexiona en esta ocasión sobre el trabajo. De hecho, si miramos nuestra vida con humildad, distinguiremos claramente que el Señor nos ha concedido, además de la gracia de la fe, talentos, cualidades. Ninguno de nosotros es un ejemplar repetido. El Padre nos ha creado uno a uno, repartiendo entre sus hijos dones y bienes. Hemos de poner esos talentos, esas cualidades, al servicio de todos: utilizar esos dones de Dios como instrumentos para ayudar a descubrir a Cristo. Dones puestos al servicio de los demás en el trabajo de cada día. En el trabajo, cuando se hace por Amor, no hay cosas pequeñas: todo es grande.