El encuentro de este año tuvo lugar en la casa San Nuño en Fátima, desde el 28 de junio al 1 de julio. En este encuentro, el Carmelo, camino de Santidad, como dice nuestra regla (Regla 20), se ahondó sobre el tema de la Santidad del Carmelo. Nuestro encuentro comenzó el viernes con la acogida, con una Oración y sesión de apertura.
El sábado 29 iniciamos la jornada con el rezo de laudes y la Eucaristía de la solemnidad de San Pedro y San Pablo, presidida por Fr. Xavier Garmón, O.Carm, provincial de la provincia del Santísimo Redentor de Cataluña. En su homilía, el presidente, nos animó a lanzarnos, como los apóstoles, a la evangelización.
El encuentro continuó con una primera charla que tuvo por tema: “La regla de la tercera Orden”, impartida por Fr. Pedro Bravo, O.Carm. El ponente resaltó el tema de la santidad por medio de la regla. Afirmó que estamos llamados a ser santos en nuestra vida cotidiana; que, los laicos, mediante la profesión se consagran a Dios, para vivir una vida más profunda en Cristo, y que la Santidad es una vocación hecha día tras día, y aparece como el fundamento básico del carmelita. “La vida empieza según el espíritu por la iniciativa del padre que por medio del hijo y del espíritu santo, da la vida a cada hombre y cada mujer, una vida de santidad. Necesitamos más ríos, torrentes que lleguen hasta los confines de la tierra”. Para finalizar dijo que el terciario es llamado al Reino de Dios y a trabajar por la extensión de este en toda la tierra.
En la siguiente conferencia, Monseñor Manuel José Macario nos habló de la Santidad de san Nuño, resaltando su amor a María y su virtud heroica de la humildad, comparando su figura con la de Santa Juana De Arco. También se habló un poco de los 600 años de vida de la presencia carmelita portuguesa.
En el siguiente encuentro, Angela Coehlo nos habló de los rasgos de santidad de la hermana Lucía. Hablarnos de su vida. Decía también que antes de Lucía entrar en el Carmelo, fue Dorotea y ahí aprendió muchas cosas, y de ahí su formación humana, que fue esencial para entrar en este camino de santidad que es el Carmelo. También destacó la madurez espiritual de Lucía a su llegada al Carmelo. Destacó, además, algunos aspectos de la hermana Lucía, como su entrega a Dios, su don del sí. Otro aspecto importante fue su obediencia a la voluntad de Dios por medio de sus superiores, la centralidad en la eucaristía, pues “no se puede entender esta mujer sin la relación con Jesús en el Sagrario”, y otro aspecto más era su humildad, pues no le gustaba hablar de sus primos pues al hablar de ellos, sentía que también debía hablar de ella. También fue muy importante su relación con María. El mundo se dio cuenta de que en ella había santidad, “ciertamente la hermana Lucía es la luz que necesitamos hoy en día, luz de su santidad, de su ejemplo y espiritualidad”.
También hubo momentos para el trabajo en grupos en el cual se meditó sobre algunos hermanos canonizados y otros no, en los cuales profundizamos con algunas estaciones del Vía Crucis. Durante la noche juntos participamos en el Rosario y la procesión de las antorchas en Fátima, experiencia maravillosa y de profunda reflexión, orando por la Paz en el mundo, por la Iglesia, por el Papa y los sacerdotes.
El domingo 30 celebramos la Eucaristía en el Santuario de Fátima, con la presencia de la mayoría de nuestros hermanos sacerdotes que participaron en el encuentro, lo cual fue para todos, sin duda alguna, una hermosa experiencia en Cristo. Por la tarde realizamos nuestro viacrucis, donde también reflexionamos y rezamos con las conclusiones del trabajo de grupo sobre los hermanos como ejemplo de santidad. Una noche espectacular en la que también tuvimos nuestro encuentro cultural donde cada provincia tuvo una presentación, fue una noche muy alegre, donde se cantó, y se disfrutó de la fraternidad y la riqueza multicultural de la Orden.
El lunes 1, día final de nuestro encuentro, tuvimos la última conferencia sobre los desafíos de santidad lanzados por el papa Francisco en los encuentros de la JMJ 2023. Mariana Frazão y Carmo Diniz nos hablaron un poco de las charlas del Papa Francisco a los jóvenes y de las que resaltaban los retos existentes para la Iglesia. Hay que experimentar nuevas cosas y dejar cosas, hay que hacer camino, no tener miedo, palabras del Papa Francisco que calaron en los jóvenes, y hoy siguen resonando en nosotros.
Hacer este camino decían las ponentes, “implica tener apertura de la iglesia para todos, no teniendo miedo y siendo agradecidos, teniendo la certeza del amor de Dios, con alegría, confianza, coraje, persistencia y amor.”
Estos son desafíos que tenemos hoy como carmelitas, un camino hacia la santidad, el cual debemos realizar con alegría, esa alegría que nos caracteriza a nosotros, pues somos reflejo de la sonrisa de nuestra Madre y hermana, la Virgen María, y debemos abrir caminos, saber comprometernos en la propuesta que nos hace Dios hoy. Con gratitud, abrirnos a esta oportunidad de colaborar en la obra redentora, poniéndonos en camino, de la mano de Jesús y María.
Finalmente celebramos la Eucaristía de despedida, donde el celebrante destacó la alegría de la fraternidad vivida intensamente en nuestro encuentro como familia. Un momento muy emotivo, fue la renovación de votos de una de las Hermanas de la Bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo (las hermanas de Orihuela), la hermana Putri Lingga, en manos de la Superiora General Merry Sri. Fue un momento muy hermoso donde también se rezó por las vocaciones en la Orden del Carmen.
