La Iglesia se viste de fiesta hoy, sábado 10 de octubre, para celebrar la beatificación del primer «santo millenial», un chaval que, a sus 15 años cargados de vida, de buen humor y de pasión por la Nutella, la informática y el fútbol, alcanzó la meta para la que todos hemos sido creados: el Cielo. Chico listo como era, se buscó un atajo, como hiciera en su día Teresita: esta se hizo con un «ascensor» ―los brazos de Jesús―; aquel se buscó una «autopista»: la Eucaristía. Y en el Amor de Jesús Sacramentado encontró ya en la Tierra la felicidad que gozan los santos en el Cielo.
Pero, ¿quién fue Carlo Acutis? Ya lo hemos avanzado: la actualización para la generación millennial del apasionamiento espiritual de Teresita del Niño Jesús, del fervor eucarístico del cura de Ars y un aventajado intérprete suyo sobre los efectos de la confesión; imitador del poverello di Assissi, y digno embajador del celo apostólico de Pablo, aspirando a llevar el Evangelio a los confines del mundo considerándose afortunado por poder hacerlo con los medios informáticos del siglo XXI.
Suyas son afirmaciones dignas de un Bernanos. O de un papa Francisco:
“María es la mujer de mi vida”.
“La tristeza es dirigir la mirada a uno mismo, la felicidad es dirigir la mirada hacia Dios”.
“Todos nacen como originales pero muchos mueren como fotocopias”.
“Nuestra brújula tiene que ser siempre la Palabra de Dios”.
“La Eucaristía es mi autopista hacia el Cielo”.
Diseñó y desarrolló este sitio web sobre los milagros eucarísticos.
Antes de morir, el 12 de octubre de 2006, aclaró, para los que tuvieran dudas sobre la “injusticia” de Dios en su prematura partida:
“Estoy feliz de morir
porque he vivido mi vida
sin desperdiciar ni un minuto
haciendo cosas que no hubieran agradado a Dios”.
En cierto colegio de Madrid, empezaba ayer así una maestra de primaria la clase de religión provocando a su joven auditorio:
¿Cuál es el deseo más profundo y verdadero de nuestro corazón, aquel con el que Dios nos ha creado? ¿Se puede ser feliz sin amar? ¿Qué es el amor?
Decenas de ojitos brillantes, manos que se alzan con ímpetu, corazones vibrantes de 10 años de edad que se van expresando según lo que les brota de dentro. Hasta que el diálogo desemboca en una última pregunta:
Y ser santo, ¿qué es? ¿Puede un niño ser santo?
En el primer vídeo que acompaña esta entrada, y que vieron ayer en esa clase, muchos de los alumnos reconocieron la intuición de la respuesta que albergaban en su corazón. La Iglesia hoy lo solemniza con la beatificación de Carlo. ¡Alabado sea Dios por el don de Carlo!
Oración oficial para pedir la intercesión del Beato Carlo Acutis
Oh Padre,
que nos has dado el testimonio ardiente
del joven beato Carlo Acutis,
que convirtió la Eucaristía en el centro de su vida
y la fuerza de su dedicación cotidiana
para que los demás también te amaran sobre todas las cosas,
haz que pueda
formar parte de los Santos de tu Iglesia.
Confirma mi fe,
alimenta mi esperanza,
fortalece mi caridad,
a imagen del joven Carlo,
que, creciendo en estas virtudes, ahora vive en Ti.
Concédeme la gracia que tanto necesito…
Confío en Ti, Padre,
y en tu amadísimo Hijo Jesús,
en la Virgen María, nuestra dulcísima Madre,
y en la intercesión de Tu beato Carlo Acutis.
Padrenuestro, Avemaría, Gloria.
