En este Tiempo de la Creación (del 1 de septiembre al 4 de octubre) en el que la Iglesia nos invita a orar por el cuidado de la creación (véase el Mensaje del Papa Francisco para 2023) no resulta difícil que nos confundan noticias que se publican en medios de comunicación generalistas y que parecen desmentir «científicamente» que se esté dando un cambio climático causado por las actividades humanas y que nos encontramos en una verdadera emergencia climática. Un claro ejemplo de ello es la noticia: 1.600 científicos desmienten la emergencia climática que circula por redes sociales y perturba la conciencia de tantos cristianos de buena fe.
En esta era en que el poder de la información (y de la desinformación) hace estragos, la vocación profética a la que estamos llamados pasa por desenmascarar las tristemente célebres «Fake News» (noticias falsas), y por la conveniencia de precisar medias verdades y de matizar brochazos de pretendidos pintores de pincel fino.
Pues bien, esa noticia que desmiente la emergencia climática replica una información sobre la «Declaración anti cambio climático antropogénico» llevada adelante por la Fundación Climate Intelligence. Se trata de una fundación creada en el 2019 con el propósito de ir contra el conocimiento científico del tema. Uno de sus fundadores es Guus Berkhout, un ingeniero de fluidos ya retirado, con una larga trayectoria de trabajo en empresas petroleras, y no es científico del clima. El otro fundador es un periodista de divulgación: Marcel Crok. La Declaración que presentan (y que dicen que más de 1600 científicos han firmado) si no es mediocre, es científicamente insultante: cada afirmación es refutable desde la ciencia del clima. Bastan con conocimientos básicos de ella. En su misma página indican que la Declaración es un documento “viviente” y que la van modificando con el paso del tiempo “según convenga”.
Y, ¿qué dice la Iglesia respecto al cambio climático?
- En su momento, Benedicto XVI señaló la causa profunda: «Los desiertos exteriores se multiplican en el mundo, porque se han extendido los desiertos interiores» (Véase su Homilía en ocasión del solemne inicio del ministerio petrino, 24 de abril de 2005, en el cuarto párrafo, tras los saludos iniciales).
- Asimismo, Francisco, en su reciente precioso mensaje por el Día de Oración por el Cuidado de la Creación las ha detallado y ha descrito sus efectos reiterando lo que ya escribió en Laudato si’:
«El consumismo rapaz, alimentado por corazones egoístas, está perturbando el ciclo del agua en el planeta. El uso desenfrenado de combustibles fósiles y la tala de los bosques están produciendo un aumento de las temperaturas y provocando graves sequías. Horribles carestías de agua afligen cada vez más a nuestras casas, desde las pequeñas comunidades rurales hasta las grandes metrópolis. Además, industrias depredadoras están consumiendo y contaminando nuestras fuentes de agua potable con prácticas extremas como la fracturación hidráulica, para la extracción de petróleo y gas, los proyectos de mega-extracción descontrolada y la cría intensiva de animales. La “Hermana agua” es saqueada y trasformada en «mercancía que se regula por las leyes del mercado» (Carta enc. Laudato si’, 30).»
Y la voz pública, ¿qué dice?
- La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ofrece una escueta información sobre el Cambio Climático. La NASA, en cambio, se explaya más ampliamente y con mejor didáctica sobre la evidencia de dicho cambio.
- La NOAA proveía ya en 2009 esta introducción “básica” para que el ciudadano de a pie pueda entender de qué se habla cuando le mencionan el tema, y por otro lado explica la necesaria distinción entre calentamiento global y cambio climático.
Tener conocimientos, aunque sea mínimos, sobre el funcionamiento del clima hoy por hoy es clave para garantizar un futuro sostenible para las generaciones futuras y salvaguardar la casa común.