26 de agosto Memoria libre
Nació el 15 de septiembre de 1746 de una familia de comerciantes. Fue un joven serio, amante de los libros y de grandes dotes. A los 15 años, fue acogido en el convento carmelita de su ciudad natal. Después de su ordenación sacerdotal, su carácter, ardiente y serio, atrajo la admiración de muchos fieles, especialmente por medio de su predicación. Pero, muchas veces se vio obligado a interrumpir todas sus ocupaciones, sobre todo por causa de su salud enfermiza que lo atormentó por toda la vida.
La Revolución Francesa no respetó su vida. Como la mayor parte del clero, el P. Jacques rehusó hacer juramento para apoyar una ley civil aprobada unilateralmente, la cual decretaba las elecciones de los obispos y de los párrocos directamente del pueblo y sucesivamente aprobadas por el Obispo y por el Papa. Además de esta imputación, el P. Jacques fue acusado de formar parte de los grupos de emigrados políticos que habían invadido el país contra los revolucionarios. Fue arrestado y condenado, junto con otros muchos sacerdotes y religiosos, al exilio de la Guinea Francesa en América del Sur. Fue deportado a Rochefort y separado a una nave de prisioneros. Mientras tanto sucedió que los ingleses bloquearon la costa francesa y, por consiguiente, también la salida de la nave.Las condiciones de los prisioneros sobre la nave eran inimaginables: hacinamiento, hambre, enfermedades, frío y calor, olores insoportables, persecuciones.