Entre aquellos que están familiarizados con la obra de san Juan de la Cruz, se señala su “Cántico Espiritual” como la obra en la que el místico puso más empeño en cuidar, afinar, incluso ampliar, reelaborar (de ahí que tengamos la versión A , con 39 estrofas y la B, con 40 estrofas)…
Con ello podemos aventurarnos a concluir que se la puede valorar como obra cumbre. Es una obra inmensa, tanto en las estrofas de sus poemas, como en el comentario que de ellas hace.
Entre las versiones que han querido musicalizar el texto descuella la de Amancio Prada (muy recomendable, en especial, la interpretación que hizo él mismo con la orquesta sinfónica de RTVE). Otros muchos han querido ponerle música al Cántico, y no solo en español, sino en las más variadas lenguas, ¡incluso en árabe! (a partir de 5’30”). Pero, sucede con el Cántico y su intento de ponerlo en solfa algo análogo a lo que el mismo santo nos dice de la vida escondida en Cristo:
Por más misterios y maravillas que han descubierto
los santos doctores y entendido las santas almas en este
estado de vida, les quedó todo lo más por decir y aun
por entender, y así hay mucho que ahondar en Cristo,
porque es como una abundante mina con muchos senos
de tesoros, que por más que ahonden, nunca les hallan
fin ni término, antes van en cada seno hallando nuevas
venas de nuevas riquezas acá y allá. (CB 37,4)
La música a duras penas logra aportar algo para superar el balbuceo de lo que fuerza prodigiosamente la lucha titánica de la pluma magistral del poeta para poner en palabras el misterio.
Hoy proponemos otro arte auxiliar para dar soporte a este acercamiento a la vida espiritual a través de otra tradición eclesial cualificada: la iconógrafica. En el Líbano, las monjas carmelitas de Harissa escribieron un icono entorno a Juan de la Cruz y el Cántico para celebrar el IV centenario de la muerte del santo, en 1991. Hoy se puede contemplar en el convento de los PP. Carmelitas descalzos de Segovia, frente a su sepulcro. Lamentablemente, las reproducciones a las que hemos llegado a tener acceso de dicho icono son de poca definición, e incluso las dimensiones y circunstancias de la ubicación del mismo icono (en altura, con reflejos por la iluminación…) no permiten apreciar bien la riqueza expresiva del icono, profundamente fiel al texto del Cántico y feliz representación gráfica del conjunto del santo y de su obra.
Gracias a Dios, en 2009 se editó el documental al que remitimos. Vale la pena. Puede servir de acercamiento un poco más avanzado al Cántico, tanto a la obra y persona de su autor, su universo simbólico-espiritual, como al icono.
El vídeo se inspira en las obras de:
- REPETTO, D.: Gocémonos, Amado. Iconos palabras para el Cántico Espiritual. Editorial de espiritualidad. Madrid, 2011. (Los iconos son de las Carmelitas Descalzas de Harissa, Líbano.
- RUIZ SALVADOR, F.: Introducción a San Juan de la Cruz. El hombre, los escritos, el sistema. BAC, Madrid 1968.
-
San Juan de la Cruz: Obras completas. Editorial Monte Carmelo. Burgos, 1993.
