Dando inicio el mes de julio, queremos desear a todos desde estas líneas un …
¡Feliz inicio del mes del Carmen!
Es relativamente conocida la gran devoción del pueblo chileno por la Virgen del Carmen. De allí procede el grupo Betsaida. Entre sus variadas y populares composiciones, tienen una titulada “María, Flor del Carmelo”.
El vídeo (un poco más abajo) es probablemente muy sencillito; la canción se presta a rezar y confiarse a la Virgen disfrutando de la música. Una sencilla búsqueda por internet permitirá encontrar a quien interese diversidad de formatos y posibilidades de acordes, partituras etc. Dejamos aquí el enlace a su página original.
La canción nos puede servir hoy para acercarnos a la advocación mariana y carmelita de Estrella del mar. Stella Maris, Estrella del mar, es toda una evocación para aquellos que gozan de haber podido conocer Tierra Santa.
En la cumbre del monte Carmelo, que se asoma a la bahía de la ciudad de Haifa, frente por frente de San Juan de Acre, ciudad de los cruzados, se levanta ese monte desde el que se comprende el sentido del nombre -Estrella del mar-: hermoso título, fuente de esperanza, para los que surcan los océanos, especialmente cuando la navegación era un peligro, además de un oficio o quizás hoy una afición. María, para los navegantes cristianos, era la “estrella”, el faro que iluminaba en las mareas oscuras, entre oleajes borrascosos en el mar para guiar a puerto seguro, a su Hijo, remanso de paz.
Símbolo, o metáfora si se prefiere, de algo que vivimos en la vida cristiana y en la vida espiritual. En medio de los avatares de la historia, sacudidos por el oleaje de tantas tentaciones, la Virgen María brille como faro estable para el navegante y para el peregrino que busca acercarse al puerto, a la meta y a la cumbre, que es Cristo.