El discurso de san Juan de la Cruz es abundante y sustancioso. Por nuestra parte, le haríamos un flaco favor si para intentar acercar su mensaje abusáramos de palabras que no le llegan… ¡ni a la sombra de los talones!, y estaríamos traicionando la “suma de perfección” que nos quiere inculcar:
Olvido de lo criado,
memoria del Criador,
atención a lo interior,
y estarse amando al Amado.
(La música es de Teresa Nécega. Canta: Salomé Arricibita).