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Rincón carmelita

 

Shen Khar Venakhi - Tú eres la viña
27 junio, 2022 / Carmelitas
Vitis florigera, viña florida. El mes del Carmen con Jesús y María (II)

Ya hemos visto un primer marco en el que comprender la imagen bíblica de la viña que comprende a María,  como “viña florida”, unida al origen de la humanidad. El p. Salvador Villota O.Carm. nos ofrece hoy una segunda pista de dicha imagen en la historia de la salvación.

María, “viña florida”, unida a Israel

     La tradición bíblica utiliza frecuentemente la vid-viña, y también el vino, en sentido figurado. De modo particular, la viña representa a Israel: sacado de Egipto, plantado en la mejor Tierra, esperanza de las gentes (Sl 80,9-16). El llamado “canto de la viña”, en Is 5,1-7, expone el cuidadoso y amoroso comportamiento del Señor con Israel, su viña escogida, pero ésta, lejos de dar los frutos de justicia y honradez esperados, produjo agrazones de maldad e infidelidad (Cf. Jr 2,21).

     María, elegida por Dios para ser la madre del Mesías, asume sobre sí toda la historia de Israel y le representa como verdadera hija de Jerusalén. Ella, la “hija”, es dichosa por su pureza y fidelidad al Señor y se convierte en la Tierra fértil y fecunda que produce al Salvador (Cf. Lc 1,42b-45). A diferencia de Israel, María es la “viña florida” en la que Dios se complace y tiene a bien fecundar. De ella nace el Hijo, Jesús (Cf. Ga 4,4): el Señor y, al mismo tiempo, el Siervo que triunfará donde Israel había fracasado.

     María es, por tanto, “la vid de la Vid”, puesto que Jesús, “el Verbo encarnado” (Jn 1,14) nacido de María, es la Vid verdadera de donde brotan los auténticos sarmientos: sus discípulos (Cf. Jn 15,1-5). Entre ellos, María asume el primer lugar: ella, madre y discípula, manifiesta que el fruto del discípulo, unido necesariamente a Jesús-Vid en amor y fidelidad, consistirá en “nacer de lo alto”, del agua y del Espíritu (Jn 3,3.5-8); será dejar, en definitiva, que el Verbo “se encarne” en él para llegar a ser hijo de Dios en el Hijo (Jn 1,12) e “hijo de María” (Jn 19,27), la “viña florida” que rebosará de los “sarmientos-hijos” que conforman el Israel escatológico.

El canto que acompaña en el vídeo es de una antífona georgiana, Shen Khar Venakhi, anterior al siglo XII, lo cual indica una conexión con el uso que se da también en la tradición carmelita de la referencia a María como viña florida. El canto georgiano reza:

Tú eres la viña recién florecida.

Joven, hermosa, creciendo en el Edén.

Un fragante álamo joven en el paraíso.

Que Dios te adorne, nadie es más digno de elogio.

Tú misma eres el sol que brilla intensamente.

 

 

 

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